
Tigran Petrosian, el Tigre de Acero
Tigran Petrosian fue un destacado jugador de ajedrez soviético y armenio, nacido el 17 de junio de 1929 en Tiflis, Georgia, y fallecido el 13 de agosto de 1984. Aprendió a jugar al ajedrez a los 8 años, a pesar de que su padre lo alentaba a seguir otro camino, ya que consideraba improbable que el ajedrez le asegurara un futuro exitoso.
Bajo la tutela de su mentor y primer maestro, Archil Ebralidze, Petrosian comenzó a destacarse en los torneos, obteniendo en 1944 el título de Campeón juvenil de la URSS. Tres años después, en 1947, se trasladó a Moscú, donde en 1968 se doctoraría en Filosofía con una tesis titulada "Algunos problemas de lógica en el análisis ajedrecístico". Además, llegó a ser redactor jefe de la reconocida revista rusa 64 (1968-1977) y dirigió la escuela de ajedrez del club "Spartak" de Moscú.
Petrosian se coronó campeón mundial de ajedrez en 1963 al derrotar a Mijaíl Botvínnik. Mantuvo el título hasta 1969, cuando fue derrotado por Boris Spassky. Fue famoso por ser uno de los jugadores que mejor entendieron la profilaxis en el ajedrez. Los movimientos profilácticos no solo mejoran la situación de las propias piezas, sino que también impiden que el adversario mejore las suyas. Petrosian era un experto en frustrar los planes de sus oponentes, defendiendo con tanta habilidad que neutralizaba las amenazas antes de que se concretaran, e incluso antes de que sus adversarios las concibieran. Aunque algunos consideraban su estilo aburrido, esta crítica es injusta. Su dominio del juego posicional era magistral: en lugar de lanzarse al ataque, prefería acumular pequeñas ventajas, mantenerlas y aprovecharlas con una precisión matemática. Por ello, fue apodado "el tigre de acero" debido a lo difícil que era romper su defensa.
Además de sus logros como jugador, Petrosian fue un teórico del ajedrez cuyo enfoque y análisis han influido en generaciones de jugadores. Publicó varios libros y artículos sobre ajedrez. Petrosian es recordado no solo por sus logros en el tablero, sino también por su influencia duradera en la teoría del ajedrez y su estilo de juego único. Su legado sigue siendo una fuente de estudio e inspiración para ajedrecistas de todo el mundo.