¡Tablas, por favor!

El árbitro estaba lidiando con dos jugadores en un tablero lejano al mío y estaba de espaldas.

Estoy pensando como solucionar la posición contra mi rival en turno. Había cometido un error fatal y ambos lo sabíamos. Sacando provecho de ello, ella comenzó a idear un plan y nuevamente, ambos sabíamos que hasta el mate, quedaban unas 10 jugadas.

De repente, el celular de ella, una joven llamada Emily, vibró y a escondidas del árbitro o cualquier otro jugador, respondió el teléfono. Naturalmente me molesté y cuando estaba por llamar al árbitro, escuché las palabras de la persona al otro lado del aparato.

—Tu madre te necesita. Si no vienes ahora, posiblemente no llegues a tiempo.

No sé qué le estaba sucediendo fuera del tablero, pero de la nada, ella colgó y me extendió su mano en señal de una propuesta de tablas. Tenía la victoria en sus manos, pero se conformaba con las tablas. ¡¿Cómo puede ser tan tonta?!

Desde entonces, me puse a pensar... era una emergencia y ella necesitaba todo el tiempo que pudiese obtener. Mientras colocaba los reyes en el centro del tablero, sin verla le dije unas palabras...

—Ni siquiera tienes tiempo para proponer tablas. Vete ya.

1/2 - 1/2

Por puntos, ella ganó el torneo, pero por obviedad, el premio y todo aquello del primer lugar pasó a manos del segundo y así.

Ese fue mi encuentro con ella. Y desde entonces, la he buscado hasta el cansancio, pero no he dado con ella de nuevo. Solo recuerdo su nombre y las lágrimas sobre el tablero.

¡Hola de nuevo!

Espero el caso anterior no le haya sucedido a nadie, en especial, porque no es para nada agradable, pero lo que quiero resaltar del caso anterior es esto: Una propuesta de tablas y las posibles razones, especialmente las que he experimentado, tanto proponiéndolas como recibiéndolas.

Ya perdí la partida (por posición), así que: ¡Tablas!

Esto me ha pasado una sola vez y he leído en un grupo de facebook que le ha sucedido a muchos. He de decir que es la menos grave y tal vez la más ridícula de todas. Se ha jugado una partida de manera justa y has perdido, ¿por qué proponer tablas? Hasta podría ser un insulto, dependiendo del carácter de la persona al otro lado del tablero.

Estoy jugando online, ¡qué bien!, pero mi conexión me fastidia justo ahora y perderé por tiempo, ¡Tablas!

Este es el caso que más me ha sucedido. Soy el amo de las coincidencias y aunque no creo ser el único, suele sucederme cuando tengo una racha de derrotas y cuando estoy posiciones en las que voy ganando, pum, conexión. Aunque dos han sido los casos más graves. Cuando llegué a 1171 desde 1020 (A comienzos de septiembre) y como es de esperarse, los rivales de 1200+ comenzaron a salir y a vencerme, y luego la conexión hizo el resto contra aquellos que podía vencer. Terminé con 980 y tenía que volver a subir, lo que ya había avanzado. Pero la conexión me fastidió y hasta comienzos de octubre volví a llegar a los 1150. Numerosas veces propuse tablas en situaciones así, pero está de más decir que me fueron rechazadas o tal vez nunca salieron de mi movil o laptop.

Eso me planteo la siguiente pregunta, ¿puede ver tu rival cuando te desconectas? Recuerdo haber visto anuncios de "Nick del rival se ha desconectado, abandonará la partida automáticamente en...". Ahora bien, si viendo eso, te llega una propuesta de tablas, ¿por qué no ser benevolente con tu oponente y dejarlo en empate. No es como que ganar por tiempo se una buena idea aquí, —sé que es una victoria—, pero no ha sido porque has obligado a tu oponente a tomar decisiones que tiene que meditar mucho y eso te llevará a la realidad cuanto aparezca un oponente más fuerte por esos puntos que "has ganado".

Además, en esos casos, las tablas solo te quitan o te dan a lo sumo, dos puntos. A menos que los oponente se lleven una barbaridad de ELO, pero dudo que eso ocurra en este sitio en niveles por debajo de los 2000...

El segundo caso del trolleo de conexión, me sucedió hace poco, cuando alcancé los 1209, justo después de unas partidas con un amigo que preparaba un torneo —ojo, que originalmente era 1204, pero una partida blitz ganada por tiempo contra el me dió puntos innecesarios— y desde ese momento, fue una espiral de desconexiones hasta los 1050 y hasta estos días he podido recuperar esos puntos, aunque me mantengo entre 1180 y 1205.

Si les llega a pasar algo así jugando conmigo, creo que será obvio que aceptaría las tablas independientemente de los puntos que gane o pierda —aunque si voy perdiendo y me llega una propuesta de tablas por esta situación, fijo abandono— (Necesito un resaltador para estos textos)

1. e4 e5 2. Cf3 Cc6 3. Cc3 Cf6 4. d4 exd4 5. Cxd4 ¡Tablas!

Me ha pasado de ambos lados y es algo muy curioso. Espero no acertar y que la situación por las que me hayan sido propuestas las tablas fuesen por algo similar a lo de Emily en las primeras líneas de esta entrada, Aunque en el únicos dos casos en los que yo propuse tablas no más empezar la partida, fue: una, porque mi madre me obligó a acompañarle cuando salió de casa y la segunda, un particular malentendido en mi trabajo.

En el primer caso, las tablas me fueron rechazadas. Sin más remedio, abandoné la partida. ¡Total! Tengo la capacidad, ¡los puntos volverán algún día! ¿Qué no?

En la segunda, me llamaron a mi trabajo y estaba a medio juego y tenía que irme, propuse las tablas y agradezco a mi oponente, un jugador de Brasil que ahora se encuentra en mi lista de amigos, he de creer que se pensó la situación —ya que tardó un momento en responder a la propuesta— y dedujo que tenía una emergencia y aceptó las tablas. Aunque yo perdí dos puntos, es lo de menos.

Tienes un final básico que está ganado, pero como que no sabes jugarlo, ¿Tablas?

El último caso, creo que solo me ha pasado a mí y mi rival, o ha estudiado muy bien los finales o era algún maestro leveando en una cuenta nueva, ¿quién sabe? Tendré que analizar la partida en su momento.

El caso es que tras llegar al básico final de torre y rey contra rey comenzó a divagar con su rey como si nada. No trataba de limitarme ni nada, solo mantenía su rey bailando y su torre en tercera —yo era blancas por cierto, pero estaba del lado más amplio del corte de la torre.

Me pareció raro, y bueno, después de divagar un rato, me pusé a pensar, ¿y si no sabe jugar el final? Digo, aunque sea una vergüenza decirlo, yo tengo 1200 y apenas puedo jugar el final de torre y rey contra rey y el de dama y rey contra peón y rey porque los estudié cuando era niño, pero de ahí en adelante, más de algo divago, pero no tanto como lo hacía este jugador.

No pierdo nada con las tablas, ¿por qué no? —sí, subestimé a mi rival— y después de unas jugadas, me dió el mate, pero fue muy extraño. Luego me pusé a pensar, algún sentido ha de tener ese baile de reyes.

—Ha pasado mucho tiempo, Emily.

Una hermosa señorita se sentó en la mesa donde me tocaba jugar y puso aquel papel con los nombres de los jugadores: Emily Brown. Era estadounidense y tenía un semblante muy hermoso.

—¿Disculpe?

—Nos conocimos hace años, en un torneo internacional sub-15 en España. ¿No recuerdas?

—Creo que no.

—"Ni siquiera tienes tiempo para proponer tablas. Vete ya"

Su rostro se marcó con una sorpresa inmensa y luego de unos instantes, me mostró un rostro desafiante.

—Está vez, no habrán emergencias, ni tablas que te salven.

Pero Emily se equivocaba. No hubo emergencia, pero al final...

Emily Brown (USA) - Pashenka Petrov (RUS) — 1/2 - 1/2

Aunque ella nuevamente ganó el torneo.