
Fundamentos del Ajedrez Para Cuatro (Introducción)
Por: Mauricio Alejandro Moreno
INTRODUCCIÓN
Ser el más hábil en una disciplina no garantiza la misma altura a la hora de transmitir la esencia, el origen de dicha habilidad. La pedagogía requiere también de una habilidad, así sea mínima. Así pues, es bien sabido que a la hora de aprender a jugar fútbol o de interpretar un instrumento, no se busca a los mejores exponentes, a los mejores intérpretes, sino a los mejores técnicos, a los mejores maestros.
Aunque yo no soy el número uno en la actualidad de FFA, mi experiencia y mi generosidad en el compartir de mi conocimiento, podría nivelar la balanza a la hora de comunicar aquello que creo conocer. Mi gran maestro en ajedrez, por ejemplo, fue Roberto Grau. Un jugador notable, pero más aún, un pedagogo inmenso. Con él aprendí a concebir planes de juego y a visualizar el tablero. Y los principios que de él aprendí son la base de todo lo demás que pude incorporar a mi visión del ajedrez. Entre las razones que encuentro para esta diferencia entre ser el más hábil interpretando y ser el más hábil compartiendo, encuentro la del tiempo y el esfuerzo que se requiere para cada uno de estos ámbitos: volviendo a Roberto Grau, no sabría decir cuán laborioso sería preparar un campeonato nacional argentino, como tampoco sabría estimar cuán laborioso sería terminar una enciclopedia de ajedrez escrita con el corazón.
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Este es el primero de una serie de artículos que servirán de apoyo a la serie de vídeos en YouTube con el mismo nombre:
Fundamentos del Ajedrez para cuatro