
Efectos positivos del ajedrez tras tres meses de practicarlo
Descubrí en el ajedrez una actividad maravillosa, que me divierte, que me reta y que ha tenido un efecto positivo en varias facetas de mi vida. Mi padre me enseñó a mover las piezas desde niño, pude profundizar ligeramente en el ajedrez durante la secundaria, ya que en la escuela teníamos un club de ajedrez en el cual aprovechábamos los 30 minutos antes de las clases y los 20 minutos del recreo. El ajedrez era algo que disfrutaba, no obstante, al ingresar a la preparatoria me alejé de este increíble arte y no lo retomé hasta casi 20 años después. Este año (2024), no sé la razón, pero me empezaron a salir videos de ajedrez en mi feed de redes sociales y me despertó la curiosidad de probar las plataformas en línea de ajedrez como Chess.com. Y una vez jugando se abrió nuevamente este maravilloso mundo para mí. Obviamente, soy un desastre como jugador después de tanto tiempo de no acercarme a un tablero, pero a pesar de ello, el deseo por comprender el juego me ha llevado a consumir libros, videos, blogs y sobre todo a estudiar y practicar. Después de casi cuatro meses intensos de ajedrez, he notado cambios en mi vida que podría catalogar como positivos. A continuación, les comparto algunos ellos:
1. Regular el sueño
Hace unos años estuve entrenando fuerte para correr un maratón, por lo que me acostumbré a la toma de datos mediante dispositivos inteligentes como son los relojes. Estos no sólo toman datos de nuestra actividad durante el ejercicio, sino que lo hace a lo largo de todo el día, incluso cuando uno duerme, es ahí donde pude percatarme que cuando mi reloj me indica que no dormí bien mi nivel de juego baja demasiado, comenzaba a cometer muchos errores, a no calcular adecuadamente y mi toma de decisiones terminaba siendo deficiente. Es por ello, que ahora, cuando no duermo bien trato de evitar jugar con humanos y prefiero aprovechar a los bots de Chess.com para jugar partidas en niveles bajos, lo cual no es muy motivante. Por esta razón y dado que el ajedrez se ha convertido en uno de mis pasatiempos favoritos, trato de descansar lo mejor que puedo durante la noche para poder seguir estudiando y jugando con humanos para subir mi nivel. Otro efecto positivo en el sueño ha sido que al pasar algunas horas del día jugando, hace que mi cuerpo se canse y que me dé sueño más temprano, lo que hace que duerma más y mejor.
2. Toma de decisiones
Hay días en los que de plano no hago ni una partida buena, jugada tras jugada se acumulan los errores, lo que claramente está indicando que no estoy tomando buenas decisiones, que caigo en el espejismo de una buena jugada y al no controlar el primer impulso se convierte en un error garrafal. Cuando esto me ocurre suele ser por dos razones, la primera es que no dormí bien y mi mente está cansada, y la otra es que emocionalmente no estoy bien. El notar esto de forma tan clara (una racha de derrotas por errores graves) me hace consciente de que no estoy apto para tomar decisiones en ese momento. Por lo que si a lo largo del día me surge una situación en la cual deba tomar una decisión trato de detenerme, pensar bien y si es posible trato de tomar la decisión en otro día. Esto me ha ayudado a controlar la impulsividad de cosas tan cotidianas como las compras en línea.
3. Disciplina
El ajedrez requiere una preparación constante, además esto lo hace más divertido, ya que conforme uno va mejorando los rivales son más fuertes, las partidas cambian radicalmente y siempre aparece algo que desconocemos. Por lo que es necesario el practicar y estudiar, y como en otras disciplinas esto se debe realizar de forma progresiva. Poco a poco he logrado llevar una rutina que consiste en hacer ejercicios de táctica, leer capítulos de libros y analizar partidas clásicas. Gracias a las métricas de las plataformas de lichess o Chees.com me he dado cuenta de que estoy mejorando y que lo que se invierta de tiempo y esfuerzo tarde o temprano se verá reflejado. Esto es algo que ahora trato de aplicar en otras facetas de mi vida, el trabajo constante nos ayuda a acercarnos a cumplir nuestros objetivos.
4. Concentración
Durante el encierro a causa de la crisis sanitaria por el virus de SARS-CoV-2 desarrollé malos hábitos en el modo de relacionarme con las redes sociales. Me acostumbré a pasar largos ratos viendo videos, tweets o memes, al pasar el tiempo empecé a notar que me había acostumbrado a consumir constantemente contenido en redes sociales mayoritariamente en formatos breves como los son los reels o tiktoks, me di cuenta de que esto de alguna manera había afectado mi capacidad de concentrarme en tareas que requerían largos periodos de atención. El ajedrez es una actividad que demanda concentración, y de esto rápidamente me percaté, no es fácil jugar mientras estás haciendo otras cosas. Por ejemplo, he desarrollado el hábito de resolver puzles de ajedrez en apps en el celular, sin embargo, cuando, el televisor está en un volumen alto mi mente se distrae y rápidamente comienzo a cometer muchas imprecisiones. Esto me ayuda a comprender un poco la polémica del ruido de los zapatos de Firouzja en el actual torneo de candidatos (2024). Estos meses de ajedrez han mejorado notablemente mi concentración, pudiendo concluir varias tareas que tenía pendientes tiempo atrás.
5. Estado de ánimo y ganas de socializar
El ajedrez mantiene a la mente muy activa y enfocada, y creo que esto de alguna forma me ha servido como regulador de mis estados de ánimo, ya que quiero aprovechar mi tiempo libre para seguir aprendiendo de este arte. Por otro lado, es tan intensa la pasión que genera el ajedrez que provoca querer platicar de jugadas, problemas, partidas, historias de este deporte con más personas. E incluso el querer invitar a mis seres queridos a jugar una que otra partida.
6. Controlar emociones
Perder en ajedrez se siente horrible, el cometer un error y que tu rival te de la vuelta tras una equivocación genera un sentimiento de frustración enorme. Esto no es algo que ocurra rara vez, sino que es algo que puede ocurrir varias veces en una mala racha. Es por ello, que el enfrentarte constantemente a este tipo de emociones negativas ayuda darse cuenta de que algo importante que nos deja una derrota es el aprendizaje. Uno aprende a manejar mejor esas emociones descubriendo que estas son pasajeras.
Conclusión
Esta travesía por el ajedrez ha sido muy divertida y enriquecedora. Espero seguir profundizando en él, y poder compartir esta pasión con más personas. Debo aquí también agradecer a tantos divulgadores del ajedrez como Manuel Morsa, Rey Enigma, Anna Cramling y muchos otros, que hacen que el internet esté lleno de valiosos recursos a los cuales acudir. En próximas entradas de este blog les compartiré algunas más de mis aventuras. ¡Que viva el ajedrez!