Importancia de la correcta elección de un repertorio de aperturas.

Importancia de la correcta elección de un repertorio de aperturas.

Avatar de Vidalnovich
| 0

Siempre que tengo un nuevo alumno lo primero que hago es pedirle algunas partidas clásicas que haya jugado para poder ver inmediatamente su juego y así poder analizar que está haciendo bien, y en que está fallando.

Muy a menudo puedo observar que dos de los errores más típicos que comenten los ajedrecistas referentes a este tema son:

1)-Mala elección de las variantes del repertorio de apertura:

Queremos estudiar la apertura que nos gusto y procedemos a introducirnos en alguna base de datos, luego revisamos las jugadas, algunas partidas y tenemos un idea vaga de cómo se juega, luego procedemos y le pasamos una especie de scanner a la variante, que es verificar con las valoraciones del módulo de análisis que todo esté bien, en otras palabras, hemos hecho la tarea relativamente bien, hemos invertido algunas horas valiosas de nuestro tiempo y procedemos a añadir la variante a nuestro repertorio de aperturas y estamos ansiosos por emplearla en nuestra próxima partida. Y llega el día de jugarla y de repente nos encontramos que en la jugada 20 ya estamos perdidos y no sabemos ni que ha pasado, esto puede resultar ser muy frustrante.

Este es muy caso muy típico en ajedrecistas y fue algo que yo mismo tuve que aprender a los golpes, podemos emplear determinado tiempo estudiando una apertura, pero eso no significa que la variante que estemos estudiando sea una variante de apertura práctica, que sea sólida, que sea fácil de jugar, que tenga buenas estadísticas y que nos permita salir con buena posición con miras a desarrollar un buen medio juego.

Por eso los libros de repertorios de aperturas ya armados se han vuelto tan populares y siempre son los top en ventas, ya que en teoría vienen a solucionar este problema. Supone que al autor ha hecho una correcta selección de variantes, pero lastimosamente tengo que decir que de la misma manera no todos los libros de repertorios son buenos, ya que muchos no son más que una compilación de variantes malas, revitalizadas con análisis de potentes ordenadores, sin explicaciones, muchas veces abrumadores y nada prácticos. Dichos análisis son recomendables de jugar para la máquina, pero no para nosotros.

Por lo cual recomiendo 100% al ajedrecista amateur que quiera desarrollarse, que estudie aperturas sólidas, clásicas, donde prevalezcan los principios fundamentales del ajedrez, sin mucha teoría, que sean fáciles de jugar y que no le den al contrincante demasiadas concesiones posicionales desde las primeras jugadas.

 2)- El síndrome de Thal

Otro de los errores más comunes que suelo ver en jugadores amateur es sobrestimar las habilidades tácticas y jugar aperturas extremadamente complejas, llenas de teoría, donde si falla una jugada quedaremos perdidos inmediatamente.

La época romántica del ajedrez ya ha quedado algo atrás, las habilidades defensivas han aumentado muchísimo. Y ahora lanzar un ataque tiene que estar bien fundamentado posicionalmente o podemos correr el riesgo  de debilitar nuestra posición irremediablemente.

Inspirados por partidas de Mihail Thal o de algún otro jugador, escucho decir por ejemplo: “hice h4 y g4 porque quería atacar, porque a mí me gusta atacar”, es una de las frases más comunes que suelo escuchar y es verdad, a todos nos gustaría desarrollar un ataque desde las primeras jugadas y dar mate al rey contrario con sacrificio de piezas incluido al muy buen estilo de Mijail Thal.

El problema con este estilo es que no es nada práctico, requiere de una cantidad inmensa de energía, concentración, altísimo nivel táctico y exactitud en el cálculo, ya que estaremos caminando por el filo de la cornisa en todo momento, tal vez ganemos una partida de manera magistral en algún momento y nos haga sentir muy bien, pero el problema es cuántas partidas hemos perdido para que estadísticamente esa victoria haya sido significativa. Y en la metodología que yo busco implementar en los alumnos, busco obtener resultados positivos efectivamente, no ganar una partida aisladamente.

El ajedrecista debe aprender a valorar cuándo es el momento de realizar un ataque y cuando esto solo nos lleva a la ruina.

Aprender a dominar conceptos como:

  • Tengo mayoría de piezas en el ataque?
  • Si inicio un ataque en el flanco mi adversario puede abrir el centro?
  • Atacar ahora solo precipitaría mi derrota, o es el momento de defender y ser más tenaz.
  • Momentum: es el momento preciso de atacar, es ahora o nunca y si no lo hago corro el riesgo de perder las ventajas que tengo.

Un ataque bien llevado a cabo es la consecuencia lógica de una o varias ventajas posicionales adquiridas previamente o de uno o varios errores cometidos por nuestro rival.

Por eso guío a mis alumnos a elegir y aprender como ya lo he dicho antes y lo repito ahora un repertorio de aperturas clásico, practico, solido, sin ninguna desventaja posicional, en donde no le hagamos ninguna concepción al rival y prevalezcan los principios posicionales, para posteriormente de acuerdo a como se desarrolle la partida desarrollar contra nuestro rival un ataque exitoso.

Posteriormente cuando el ajedrecista ha adquirido suficiente madurez en su juego y tomado cierto nivel ya puede comenzar a pensar en fortalecer el estilo de juego que más le guste, a tomar otro tipo de riesgo y a pensar en aperturas que se adapten a esos requerimientos.