5 lecciones para defenderte con precisión en ajedrez

5 lecciones para defenderte con precisión en ajedrez

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Las 5 lecciones para defenderte con precisión en ajedrez

    Hola a todos! El día de hoy quisiera hablarles y darles algunas lecciones sobre lo que es la defensa en el ajedrez y como aplicarla eficazmente. La defensa es un tema muy importante a saber, ya que de aplicarlo correctamente podemos obtener muy buenos resultados y partidas muy lindas, y por el lado contrario, si no la dominamos muy bien, nos puede llevar a cometer errores mediante los cuales perder partidas bien sea amistosas o en torneos oficiales.

¿Cómo defenderte en ajedrez?

   Por lo general, la defensa en ajedrez es un aspecto que suele pasar desapercibido para la mayoría de los jugadores intermedios y no digamos nada por los jugadores que empiezan a jugar. Que nos gusta atacar es una obviedad, y que pensamos que esa es la mejor forma de jugar al ajedrez también es una concepción que está claramente extendida. Sin embargo, a pesar de que llevar a cabo siempre un juego activo es una de las actitudes más importantes para desarrollar una partida, en muchas ocasiones, confundimos jugar activo con jugar al ataque.

¿Cómo entienden la defensa los mejores jugadores?


   José Raul Capablanca

  Aunque defenderse en ajedrez no suele ser algo agradable, los mejores jugadores del mundo siempre han manifestado un interés en el desarrollo armonioso de su talento tanto en el ámbito ofensivo como en el defensivo. Los grandes maestros de la defensa han sido: el primer campeón del mundo , Steinitz y su oponente, el destacado ajedrecista ruso Chigorin. Y los sucesores de ellos: Lasker, Capablanca, Alekhine, Euwe, Botvinnik, Smyslov, Tal (sí, Tal) y Petrosian.

   Todo jugador que desconozca el arte de la defensa puede considerarse un jugador incompleto, y es por esto que en este artículo, trato de inculcar "el odioso amor por la defensa" y desarrollarlo tenazmente junto a la capacidad de encontrar ventajas tácticas.

¿Por qué razones debes aprender a defenderte bien?

  Además de lo que te he explicado con anterioridad, debes saber que el bando que está forzado a defenderse se ve sometido, hasta cierto punto, a los planes del contrario. Y en ajedrez es especialmente importante evitar este escenario aplicando todos los medios posibles. Por ejemplo, si tu oponente se dispone a atacar la posición del rey hay que tomar las medidas oportunas para reforzarla a su debido tiempo; evitar el desmoronamiento del grupo de peones que la defienden, y movilizar las piezas necesarias para sostener la defensa.

   Ahora que ya conocemos la importancia de la defensa quiero contarte 5 lecciones que te ayudaran a defenderte mejor o, al menos, a interpretar correctamente los aspectos defensivos en tus partidas:

  1. La defensa es importante en todas las fases de la partida

 
   El objetivo de la partida de ajedrez es dar mate al rey, y esto puede suceder en cualquier fase: apertura, medio juego o final. Los principios del juego de la apertura nos enseñan que debemos resguardar a nuestro rey dentro de las 10 primeras jugadas, por esto se recomienda enrocar en este espacio de tiempo. Esto no quiere decir que, cuando vemos una partida de alto nivel, en la que los jugadores (o uno de ellos) no se enroca, no esté jugando adecuadamente, lo que estará sucediendo es que dicho jugador es capaz de mantener su rey a resguardo utilizando otros factores que no solamente el enroque. Sin embargo, estas técnicas (como la defensa del rey en el centro) no son recomendables para jugadores principiantes ni intermedios, ya que generan más problemas que beneficios si no se usan adecuadamente.

  1. El debilitamiento de la defensa de peones

   Los peones son un factor importante en la defensa del rey. Probablemente el más importante de todos. En ajedrez, tomar toda regla general y esquema por axioma es nocivo para tu desarrollo ajedrecístico; y las reglas generales deben aplicarse siempre que se den determinadas condiciones.

"Cuando en el tablero hay una posición igualada, el juego rara vez tiene mucho contenido y la partida suele finalizar en tablas. El jugador al que no le gustan las tablas (y yo me encuentro entre ellos) debe tratar de alterar de algún modo el equilibrio existente. Podrá intentar sacrificar algo y asumir de ese modo la iniciativa, o bien permitir que sea su rival quien ataque. A mí no me gusta atacar el primero, ni sacrificar piezas y peones. Prefiero darle a mi adversario la oportunidad de emprender un ataque, que debilite sus peones y que sacrifique algo y, llegado el momento, le devuelvo lo que ha sacrificado”.           

  Emanuel Lasker 

   Sin embargo, la práctica nos ha demostrado que la posición inicial de los peones es la más beneficiosa para evitar potencialmente todo acercamiento a nuestro rey. Por lo que debes evitar cualquier modificación de esta estructura en torno al rey salvo que sea necesario.

  ¿Cuándo es necesario? Nunca lo sabrás. Siento decirte esto. Incluso jugadores profesionales tienen dudas de cuando es necesario o no. No obstante, lo que debería tranquilizarte es que a medida que tu experiencia sea mayor menores serán las dudas que tendrás a la hora de debilitar la posición de tu rey.

  1. No existe una única forma de defensa

  El ajedrez es un juego muy rico y complejo. Jugar al ajedrez es muy fácil, pero jugar muy bien es muy difícil. Y esta es una de las causas de que existan distintos tipos, técnicas y principios defensivos. Algunos de ellos son:

  • La defensa activa: el contraataque.
  • La simplificación del juego y el paso al final.
  • El sacrificio como arma defensiva.
  • Distintos procedimientos tácticos de defensa.
  • La actividad forzada del rey.

La defensa activa


  Los destacados ajedrecistas de la escuela rusa como Chigorin, Alekhine, Botvinnik, Smyslov, Tal y Petrosian y otros muchos fueron partidarios de la defensa activa. En su arte creador han procurado ligar estrechamente la defensa con la elaboración paulatina del contraataque.

La defensa activa lleva dentro de sí lo que se podría llamar el grano de arena de la victoria porque mantiene en el punto de mira la contraofensiva o el paso a un final ventajoso.

  Sin embargo, conviene advertir que en, muchas ocasiones, la defensa pasiva es  el único medio para evitar la derrota y está fuertemente condicionada a las características de la posición. Pero en la medida de lo posible es la estrategia que debes evitar.

  1. La defensa profiláctica es el trampolín de un buen ataque

  Son innumerables los ejemplos en los que los mejores jugadores de ajedrez del mundo en posiciones superiores en las cuales intuitivamente podrían atacar prefieren jugar de forma defensiva, de forma anticipatoria y profiláctica. ¿Cuál es la razón? Precisamente lo que explicábamos con anterioridad, el contraataque es una de las estrategias defensivas más contundentes por lo que «secar» preventivamente las opciones del rival se convierte, no ya en algo deseable, sino en una necesidad.

  1. La estabilidad emocional es un factor muy importante 


   Para ser un jugador altamente eficaz en el área defensiva, requiere de muchísimo estudio y comprensión del juego. Es un tema muy delicado y sobretodo difícil del juego, ya que no solo abarca un ámbito meramente estratégico, si no también psicológico. Puesto que son muchas las emociones que se encuentran cuando se está jugando una posición en donde tenemos que defendernos muy bien, en esos momentos se presentan sentimientos tales como: frustración por no haber podido conseguir una mejor posición, presión por no tener mucho espacio en la posición o muchas opciones por las cuales continuar, miedo a cometer una equivocación y perder la partida, rabia, etc. Pero no nos podemos dejar controlar por esas emociones, debemos tener una capacidad mental fuerte para  sobrellevar esos sentimientos y saber estar en el contexto del que se está hablando, esto mediante la preparación psicológica adecuada. También requiere de un gran esfuerzo mental ya que una posición defensiva requiere de mucho análisis y cálculo sumamente profundo y exacto de todos los planteamientos y jugadas del rival, así como también la continuación que uno como defensor debe seguir.