
Gary Kasparov: "24 Lecciones de ajedrez" (Lección 8)
Cómo evitar Catástrofes en la Apertura
Apenas conoce los principios básicos del juego, cada aficionado al ajedrez nota que las acciones al comienzo de la partida, cuando en el tablero se conservan casi todas las piezas, con mayor frecuencia predeterminan el desarrollo de la lucha y a veces el resultado del duelo.
En ocasiones el ajedrecista se ve obligado a pasar toda la partida en triste defensiva tratando vanamente de tapar las brechas de su posición abierta ya al comienzo del juego. Eso ocurre por desconocimiento de la teoría de aperturas, por falta de hábitos necesarios en la primera fase de la partida.
La lid ajedrecística hasta cierto punto se parece a acciones militares, donde, como sabemos, mucho decide no sólo la preparación técnica y el equipamiento de las tropas, sino también la capacidad que tiene el jefe militar para prever el carácter de la próxima batalla y de acuerdo a eso ubica correctamente las tropas, poner en combate sus fuerzas a tiempo y en la mejor sucesión. Por eso, cada ajedrecista que dirige las acciones de su ejército de madera, si quiere salir victorioso debe reconocer los principios básicos del juego al comienzo de la batalla.
Cualquier batalla de ajedrez puede conservarse para la historia porque se registra con ayuda de notación. Durante la existencia del ajedrez fueron anotadas innumerables partidas, mediante cuyo análisis se elaboró con toda las sutilezas la estrategia del juego en la apertura o, como dicen a menudo, la teoría de aperturas.
No me propongo ofrecer a los lectores todas las aperturas ahora conocidas y sus particularidades. Eso
sería imposible por la profusión de material. Me limitaré a examinar algunos principios generales de la lucha en la apertura.
PRINCIPIO 1
Gana la lucha de apertura quien pone en juego más rápido sus fuerzas principales.
Esta regla es cardinal y tiene suma importancia utilizarla correctamente. Tomemos un ejemplo
simplísimo.
Parece que las blancas hicieron todo como se debe, pusieron en combate de golpe dos piezas y dieron mate. Sin embargo, su juego merece rigurosa crítica. El primer movimiento fue desafortunado. En una de las lecciones anteriores dije qué importante es ocupar con los peones el centro del tablero. A eso debe aspirarse justamente en la apertura, para colocar las piezas en las mejores
posiciones. Por eso, la jugada e4 sin lugar a dudas es más fuerte y lógica que la tímida 1.e3. Vuelvo a
subrayar, procure ganar espacio con sus peones y ante todo las casillas centrales.
La segunda movida de las blancas (2. Ac4) resulta mucho más complicado de refutar, aunque su calidad es baja por dos razones. La experiencia de generaciones anteriores sugiere la mejor forma de sacar las piezas. Primero salen los peones al centro, después entran en juego caballos, alfiles y sólo entonces las piezas mayores: torres y damas. Aquí, el alfil saltó a posición temible olvidando la posible réplica de las negras 2… d5. Estas tendrían poderoso centro de peones y el alfil blanco quedaría desplazado a los escaques poco promisorios d3 o bien e2.
El ajedrez es un juego lógico y la combinación de la
tímida 1.e3 con la agresiva 2. Ac4 carece de lógica. Por eso debe ser castigada. Las negras en respuesta
movieron 2... Cc6 que debe estimarse continuación normal, aunque no las más fuerte en dada situación. En efecto, la jugada 2... Cc6 responde al principio de desarrollo más rápido de las piezas, pero no alza ante las blancas tareas dificultosas, que surgirían en caso de
2… d5! La tercera jugada blanca 3. Df3 parece más eficaz, pero el ajedrecista experto no la hubiera hecho ni tampoco pensado. Porque si las negras reaccionan correctamente 3… Cf6! El ataque de la dama sería estéril. Por si fuera poco, la dama en f3 quitó cómodo escaque al caballo de rey y a éste no le quedaba otra cosa que ocupar posición pasiva en la casilla e2 o hallándose en la casilla h3 apartarse lo máximo de los sucesos en el centro. La dama, pieza más potente de ajedrez, no debe apresurar su salida a la arena de combate, pues en caso contrario las piezas menores del enemigo podrán lanzarse a la caza de la dama. La
contestación de las negras 3… Ac5?? Es lógica sólo desde el punto de vista de la lógica formal (sacan la
segunda pieza en sucesión debida) y pierden en el acto la partida. Porque no tuvieron en cuenta la amenaza concreta del adversario. Todo esto nos revela el análisis atento de una partida tan corta, llena de errores recíprocos.
Ilustraremos el primer principio de apertura, poner en juego las piezas lo más rápido posible, utilizando una partida de más de siglo atrás.
Schulten,J - Morphy,P [C32]
New York blind m New York, 1857
Nota del Editor: Esta partida fue jugada a ciegas por Paul Morphy lo que demuestra la gran calidad de juego del genio norteamericano.
0–1
En clases posteriores seguiremos estudiando los principios del juego al comienzo de la partida.